La verdad como única arma: debate, libertad y justicia by elena marcos

Decía Samuel Butler que en el debate, la verdad tiene que ser la única arma. Estudie Periodismo por mi amor a la verdad y porque soy una “romántica empedernida”, una idealista que cree que alguien debe contar de manera fidedigna lo que pasa en la actualidad, aquí y en cualquier lugar del mundo. Más allá de lobbies, de lo que dicten las cabeceras de los diarios, de ideologías sean cuales fueren, los periodistas tienen la obligación de relatar sin ambages ni presiones, sin censura, la actualidad, lo que sucede a nuestro alrededor en el mundo. Lo que os decía, soy una romántica empedernida. 

Verdad y post verdad

Me preocupa que poco a poco se extienda la idea de que es mejor estar callados, “vestir” la verdad con verdades a medias para que no duelan, no opinar en contra del “establishment”, sea del tipo que sea. 

La era de la post verdad es muy peligrosa. La relativización de la veracidad, la banalización de la objetividad de los datos y la supremacía del discurso emotivo no deben dominar nuestra Sociedad ni nuestras empresas. La verdad importa, aunque duela. La Justicia debe impartirse con mesura y sin presión. El bien y el mal existen aunque ahora todo parezca relativo. 

Justicia: “Ética a Nicómaco” Aristóteles 

Al hablar de justicia me viene inevitablemente a la cabeza el gran filósofo griego Aristóteles. En su obra “Ética a Nicómaco” sostiene que la virtud más necesaria de todas para la conservación del mundo es la virtud de la justicia, considerada como la suma de todas las virtudes, afirmando que es la virtud completa, por cuanto refiere a otras personas, pues es más difícil ejercer la virtud con los demás que solamente consigo mismo. De este concepto aristotélico nace el proverbio: “Todas las virtudes se encuentran en el seno de la justicia”.

Censura:

Surgió este artículo porque en varios grupos de chats, en RRSS e incluso en el entorno familiar cada vez hay más censura y se impide el debate como expresión libre. No se comparten determinadas noticias, no me refiero sólo a artículos de opinión, sino a información de actualidad de acontecimientos importantes que están sobre la mesa en nuestro país, los administradores o creadores de esos grupos de chats, de las RRSS, corren un tupido velo. Dicen que esa información “hiere la sensibilidad” ( en RRSS). Por curiosidad siempre digo que quiero ver la publicación que está “censurada” (en el caso de que se pueda hacer, cada vez se cierran más cuentas). Lo que constato al hacerlo es que detrás de esa publicación que dicen hiere la sensibilidad hay alguien que plantea un debate y piensa diferente (no hablo de insultos ni de faltas de respeto, para mí inadmisibles).  

El resultado es que se evita compartir esa información. En algunos de estos grupos el objetivo es determinado y nada tiene que ver con política o religión, dos de los temas que junto al fútbol provocan más diferencias entre los seres humanos. Al final mi conclusión es que lo que subyace es el temor a enfrentar, a confrontar y el control: no digas, no hagas, ten cuidado a ver si… Lo que se traduce en limitar un ejercicio que siempre ha sido enriquecedor: debatir. La controversia y la discusión no son malas si se hacen desde el respeto y no desde la polarización.

Significado de la palabra debate: Google

Si escribes en Google debate aparece como resultado: “Un debate puede poner de manifiesto lo que opina todo un pueblo, por lo que es una herramienta que un gobierno debe tener presente siempre. A través de estos debates ciudadanos es posible observar el descontento general de la sociedad, intentando averiguar en qué se está fallando y cómo se podría mejorar”.

Esta definición anterior, abarca la relación como ciudadanos frente a nuestro Gobierno, pero el debate va mucho más allá, y es especialmente importante en el mundo de la empresa, en el entorno laboral y en las relaciones sociales.

El debate es el cimiento más sólido para construir una sociedad libre, una cultura de diálogo y respeto, útil y eficaz para solucionar cualquier tipo de conflicto y para desarrollar el pensamiento crítico.

Cultura del diálogo

Navegando por la web encontré este texto de mundo.adecco.com que merece la pena compartir: “Para construir una cultura de dialogo útil y eficaz para la solución democrática de los conflictos en las empresas y de la sociedad en general, es necesario:

Superar el método de negociación basado en posiciones, por uno que parta de las necesidades e intereses reales de los trabajadores, las empresas y las personas.

Organizaciones de trabajadores y empleadores con la capacidad de interactuar y con acceso a información y espacios pertinentes.

Buena voluntad y compromiso para participar en dicha interacción.

Respeto de los derechos fundamentales de libertad de asociación y negociación colectiva.

Por último, una vez discutidas las posibles soluciones, decida la opción que mejor hace frente a las necesidades de ambas partes y de la organización. Póngalo por escrito, con acciones acordadas claramente explicadas. Es importante realizar un seguimiento del progreso y reforzar el éxito de forma positiva con elogios verbales.

Recordad que la paz no es la ausencia de conflictos, sino el trámite civilista de los mismos. Así que el diálogo que se produzca entre trabajadores y gerentes durante el desarrollo del conflicto ayuda a construir una sociedad mejor».

Contruyamos espacios desde la Sociedad Civil, desde las organizaciones, desde las empresas, donde todo el mundo pueda pronunciarse y exponer su punto de vista sin miedo a las consecuencias. Sin temor a perder el empleo o a que le retiren la publicidad institucional sino se escribe lo que “procede”. Porque ahora hay miedo en buena parte de los medios de comunicación, de los periodistas, de los empleados de las compañías a pensar diferente y eso limita la creatividad y hace que buena parte del Talento, se frustre y/o se acabe yendo o peor aún, termine muerto en vida.

En la era post Covid, en un entorno BAMIes más necesario que nunca un liderazgo humanista, abierto al debate, tolerante, clave para superar esta crisis (tenemos una crisis en muchos ámbitos, aunque no lo queramos ver) y cualquier otra que venga.

Teoría japonesa Kintsugi

Recordad que los objetos rotos tienen más fuerza y belleza cuando se muestran. Así nos los enseña la teoría japonesa Kintsugiel arte de hacer bello y fuerte lo frágil.

Cuando los japoneses reparan objetos rotos, enaltecen la zona dañada rellenando las grietas con oro. Creen que cuando algo ha sufrido un daño y tiene una historia, se vuelve más hermoso.

Desde su creación, el Kintsugi ha sido influenciado por las ideas filosóficas de la época. Concretamente, esta práctica se relaciona con la filosofía japonesa del wabi-sabi, que se basa en ver la belleza en la imperfección. Este método de reparación también tiene que ver con el sentimiento que los japoneses llaman mottainai, lamentarse cuando algo se desperdicia; así como mushin, aceptar el cambio.

Espacios de diálogo y de debate

Desde esta tribuna abierta con el objetivo de ser libres y pensar diferente, sin miedo, os invito a abrir espacios de debate con personas que nada tengan en común con nosotros, para enriquecernos. Así como crear grupos en la empresa, en las familias, en la Sociedad para debatir cuestiones desde otros ángulos y llegar acuerdos con personas de diferentes puntos de vista siempre desde el respeto a la persona que no opina lo mismo.

No al pensamiento único, en ningún sentido. Abramos nuestra mente. Que nadie sea acallado con la excusa de que generar ruido es malo o crea fisuras. El debate es un magnífico termómetro de un país democrático.

Lo frágil, lo que se rompe, lo que se estropea, no debe ser escondido, ni desperdiciado. Debemos aceptar los cambios como parte de nuestra vida, aprender de las diferencias y debatir con respeto mutuo para superar juntos las diferencias. Digamos no a la polarización. Digamos si al arte de debatir. 

Como decía Epicuro: “En la discusión razonada, más gana quien es vencido por cuanto aprende”.

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